La comunicación exige el desarrollo de ciertos
hábitos que contribuyan a que se realice de la mejor manera posible. Se deben
suprimir los prejuicios que impiden comprender al otro, se debe buscar la
verdad sustentada en la realidad, que implica el diálogo, e implica saber
escuchar. Y escuchar es algo más que oír (como dice Masías Vergara), es aceptar
a la otra persona tal como es, aunque no estemos de acuerdo con ella. Requiere
empatía, el esfuerzo de comprender intelectual y emocionalmente al otro.
El
principal medio de comunicación entre las personas es la palabra, está presente
de una u otra forma en toda interacción humana. Lo que se piensa, siente o se
quiere puede ser expresado en palabras. A través de la palabra yo me presento
desde mi intimidad ante la intimidad del otro. Pero, a veces, la palabra no es
suficiente, la simple entonación con que se dice, el movimiento del cuerpo, la
postura o los gestos, influyen en el significado final del mensaje que se
transmite. La comunicación, antes que un fenómeno objetivo, es una vivencia.
Comunicar implica un salir de sí mismo y hacerse disponible para otros, es
querer entablar una relación con el otro. Si mi actitud es la de buscar
respuestas preconcebidas o considerar a esa persona como lugar de “extracción
de datos” el encuentro fracasa. Solamente cuando he sido acogido y escuchado,
instaurando así una relación de confianza, es cuando se empieza a dar el
encuentro y una verdadera comunicación interpersonal (Yarce, 1971).
Por tanto, una primera
aproximación al concepto de comunicación sería definido como un proceso de
transmisión de ideas, pensamientos o emociones de una persona a otra, con
objeto de crear comprensión en el pensamiento de la persona destinataria de esa
comunicación. No es un proceso que empieza en un emisor y acaba en otro
receptor, sino que es un proceso recíproco, es decir, que ambos influyen
mutuamente.
"La comunicación interpersonal eficaz puede
enseñarse y aprenderse y, es la base para el desarrollo de una saludable salud
mental y emocional."
Nuestro objetivo persigue que los alumnos y
alumnas adquieran una serie de competencias, desde la reflexión y el análisis
grupal así como desde lo experiencial y vivencial.
Consideramos que las
competencias son características fundamentales de la persona e indican formas
de comportamiento o de pensar, que generalizan diferentes situaciones y duran
por un largo período de tiempo.
Una competencia tiene tres
componentes:
El saber hacer (conocimientos), el querer hacer (factores
emocionales y motivacionales) y el poder hacer (factores situacionales y de
estructura de la organización).
Celebrar la diversidad es el objetivo de la
mediación (desde el paradigma de la Mediación Propedéutica), entender el conflicto como posibilidad es nuestra apuesta, dotar de
recursos a los jóvenes para hacer frente a la complejidad creciente del mundo
es la labor de las instituciones. Es en estos múltiples contextos en los que
desarrollamos nuestra propuesta formativa.
Nos importa potenciar lo que nos ayude a
conocernos y entendernos… a conocer y comprender a los demás, dentro de un
contexto de pedagogía del aquí y ahora, que permite la apertura y los
intercambios.
Involucrarse y
satisfacerse en el conflicto es objetivo de nuestra propuesta de tú ganas- yo
gano. Las respuestas creativas ante la dificultad, el mirar las cuestiones
desde diferentes puntos de vista son el continuo en nuestras propuestas formativas. Utilizamos herramientas y estrategias para crear miradas nuevas sobre viejas cuestiones o sobre aquellas
fantaseadas que pudieran aparecer en el futuro.
Al configurar el contenido y la metodología
del curso nos urge el dotar a toda la labor pedagógica de esa vertiente
olvidada en los currículum que es el alumno como motor de su formación, que
requiere encontrar respuestas a las complejas dinámicas en las cuales poco a
poco va a ir involucrándose.
La manera mas eficaz de lograr estas metas
tanto para el alumno como para el profesor está en organizar las clases desde
una perspectiva abierta a la participación de todos los implicados en el
proceso formativo, es el grupo el que dota al otro y a uno mismo de las
reflexiones que posibiliten el aprendizaje, estamos hablando de un aprehender
mas que de un aprender pasivo. Son las necesidades, el deseo, lo que posibilita
el aprendizaje y es esto lo que el
trabajo en grupo posibilita.
ESPACIO
Y SALUD
En la base de toda invitación a una
formación en el campo de la salud, hay que considerar un espacio y un tiempo en
el que se va a producir un encuentro,
encuentro con uno mismo, con otros. La apertura a nuevas visiones y
estructuras del espacio, tiempo y uno mismo solo ocurre en un medio ambiente
que no constriñe a la persona al reducido espacio de una banca, motivo por el
que de continuo demandamos un espacio para la formación de los jóvenes mas
abierto y polivalente.
Partimos de la definición de salud que René Dubós “ salud es un estado
físico y mental razonablemente libre de incomodidad, que permite a la persona
funcionar efectivamente por el más largo
tiempo posible, en el ambiente donde uno esta ubicado”
"El espacio del
curso se convierte en un taller de experimentación, de ensayo y resolución."