martes, 11 de enero de 2011

La formación y el lenguaje ... como proceso






Poner en juego nuestras capacidades mediante distintas propuestas es la forma de desarrollar las destrezas en los distintos canales de comunicación, lo verbal y lo no verbal están en la base de toda comunicación, solo establecer la diferencia entre los canales y saber utilizarlos, nos permite no caer en las confusiones habituales que se revierten en fundamentales en los momentos de conflicto. Fomentamos el estudio de la comunicación no verbal, pues no toda comunicación es solo información sino también acarrea un aspecto relacional que hace que un mismo mensaje se pueda interpretar de formas muy distintas. Este canal nos permitirá mejorar la trasmisión de emociones, sentimientos, valores…. Que habitualmente están detrás de las posturas que tomamos en los conflictos. Damos este acento a la comunicación pues esta es el instrumento de de mayor necesidad de manejo en el funcionamiento de un grupo.

Todo lo anterior nos posibilita crear condiciones para vivenciar en la propia persona la situación sobre la que se quiere trabajar, para así tener una experiencia en primera persona que nos haga entender y sentir lo que estamos trabajando, motivarnos e investigarlo, y en definitiva, desarrollar una actitud empática que nos lleve a cambiar nuestros valores y formas de comportarnos, a un compromiso personal de cambio. Esta metodología, desde la nueva construcción del paradigma de la “mediación propedéutica” es lo que llamamos enfoque socio- afectivo, se trata de ser coherente con los valores que pretendemos trasmitir y que haga hincapié no solo en los contenidos sino también en las actitudes y valores, favoreciendo la reflexión y el espíritu critico.

Bajo este contexto comunicacional, la mediación se ha revelado como una buena herramienta para gestionar las diferencias, pero entendemos que es necesario anticiparse al conflicto con la prevención. En este sentido se trata de favorecer y proveer una serie de habilidades y estrategias que doten al alumno para hacer frente a las situaciones desde una óptica nueva.

Introducimos la idea de conflicto como proceso, que tiene su origen en las necesidades propias y que el aferrarse a las mismas es la base del choque de intereses que ponen en juego la dinámica del conflicto. Consenso y respeto a las minorías están en la base de la prevención.

Por tanto partimos en nuestros cursos y talleres de que la comunicación interpersonal eficaz puede enseñarse y aprenderse y, es la base para el desarrollo de una saludable salud mental y emocional en los jóvenes universitarios.


Nuestro objetivo es que los alumnos y alumnas adquieran una serie de competencias, desde la reflexión y el análisis grupal así como desde lo experiencial y vivencial.

LA COMUNICACIÓN. Una aproximación al concepto.



“Sólo se conocen las cosas que se domestican-dijo el zorro-.

Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran

cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes

de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si

quieres un amigo

¡domestícame!

¿Qué hay que hacer?- dijo el principito. Hay que ser paciente

- respondió el zorro- …Te sentarás al principio un poco lejos de mí

, así, en la hierba. T

e miraré de reojo y no dirás nada.

La palabra es fuente de malentendidos.

Pero cada día, podrás sentarte un poco más cerca…”

(Antoine de Saint- Exupéry)


El hombre es un ser comunicativo por naturaleza, sin embargo, la comunicación exige el desarrollo de ciertos hábitos que contribuyan a que se realice de la mejor manera pos

ible. Se deben suprimir los prejuicios que impiden comprender al otro, se debe buscar la verdad sustentada en la realidad, que implica el diálogo, e implica saber escuchar. Y escuchar es algo más que oír (como dice Masías Vergara), es aceptar a la otra persona tal como es, aunque no estemos de acuerdo con ella. Requiere empatía, el esfuerzo de comprender intelectual y emocionalmente al otro.

El principal medio de comunicación entre las personas es la palabra, está presente de una u otra forma en toda interacción humana. Lo que se piensa, siente o se quiere puede ser expresado en palabras. A través de la palabra yo me presento desde mi intimidad ante la intimidad del otro. Pero, a veces, la palabra no es suficiente, la simple entonación con que se dice, el movimiento del cuerpo, la postura o los gestos, influyen en el significado final del mensaje que se transmite. La comunicación, antes que un fenómeno objetivo, es una vivencia. Comunicar implica un salir de sí mismo y hacerse disponible para otros, es querer entablar una relación con el otro. Si mi actitud es la de buscar respuestas preconcebidas o considerar a esa persona como lugar de “extracción de datos” el encuentro fracasa. Solamente cuando he sido acogido y escuchado, instaurando así una relación de confianza, es cuando se empieza a dar el encuentro y una verdadera comunicación interpersonal (Yarce, 1971). Aquí ya no se habla de mi intimidad o de tu intimidad, sino de nuestra intimidad. El yo y tú se convierte en nosotros.


Por tanto, una primera aproximación al concepto de comunicación sería definido como un proceso de transmisión de ideas, pensamientos o emociones de una persona a otra, con objeto de crear comprensión en el pensamiento de la persona destinataria de esa comunicación. No es un proceso que empieza en un emisor y acaba en otro receptor, sino que es un proceso recíproco, es decir, que ambos influyen mutuamente.